The swede project
El pasado 15 de Junio unos cuantos locos nos aventuramos a viajar hasta Estocolmo para correr 285 km alrededor de un lago non-stop en una Ragnar. Sí, habéis leido bien. Fabien os cuenta a continuación cómo hemos llegado hasta aquí.
¿Ragnar?
Las Ragnar Relay Races son carreras de relevos en carretera o en montaña (trail) de alrededor 280 km organizadas por una marca de ropa deportiva, Reebok. Afirman ser la mayor competición de relevos del mundo, que no sé si es cierto o no, pero en cualquier caso he contado que tienen 17 carreras en carretera de las cuales solamente hay 4 en Europa (Alemania, UK, Suecia – nueva en 2019, y, ¡olé! estrenarán una nueva en España, Madrid - Salamanca, en 2020).
Después de este espacio publicitario, ¿en qué consiste este tipo de carrera?
Pues es muy fácil. Cada equipo tiene que completar los cerca de 280 km corriendo los 30 legs (segmentos) en que se divide la carrera.
Al runner #1 le tocan las legs 1, 11 y 21, y así sucesivamente. No os lo voy a escribir todo que seguro que lo habéis pillado, no hay que tener un master en Matemática Nuclear para entenderlo. ¿verdad?
¡Pero esto no es todo! El equipo se reparte en 2 furgonetas: La furgo #1 lleva a los runners #1 a #5 y la furgo #2 a los runners #6 a #10 (¡oh, no lo habríais adivinado nunca!). Siempre hay una única furgoneta en carrera mientras la otra descansa, visita un Ikea, come en un KFC, organiza una orgía o duerme como puede. El testigo que se pasa de un runner a otro es una pulsera (slapband) que puedes pasar con un latigazo a la muñeca de tu compañero (como hacíamos en la furgo #1) o con cariño (como hacían los flojos de la furgo 2).
Los preparativos
Supongo que ahora ya tenéis más claro el concepto.
Pues os voy a contar la génesis del proyecto: en 1983, mi madre da a luz a un niño y… ¡disculpadme, me fui demasiado atrás en el tiempo!
Volvamos a la primavera 2018. Oualid, ilustre captain / coach / amigo / guía espiritual (elegir la opción más acertada), nos cuenta sobre el mundo de los crews de running y sobre una carrera en particular: “The Speed Project”. Esta carrera, que podríamos calificar de pirata, consiste en correr desde Los Ángeles hasta Las Vegas por relevos y sin reglas, sólo correr de punto A a punto B. ¡Cómo molaría ir con Flames!
Investigué un poco, hice un presupuesto y pensé: hasta que alguno de nosotros gane el Euromilliones no vamos a poder hacer esto. Hablamos de algo que se puede disparar hasta unos 3.000€ por cabeza… Entonces, frustrado, sacrifiqué a 3 pollos y consulté al oráculo Google lo siguiente: “road relay europe”. Y, magia potagia, ¡salió Ragnar! Gracias oráculo por tu sabiduría eterna.
Analizando los 3 destinos que había en Europa me animé por Suecia. ¿Por qué? Obviamente, no fue porque me encantase la idea de pagar 7€ por una cerveza sino porque me molaban 3 cosas:
- Correr en el país de los Vikingos
- Disfrutar de un recorrido molón alrededor del lago Mälaren
- A mitades de Junio en Suecia casi no hay noche en verano, algo muy diferente para nosotros
A nivel de money, presupuesté unos 600 € / pax (inscripción, vuelos, alquiler de furgos, gasolina, alojamiento, material, etc.) para 5 días. ¡Esto sí que era más razonable! Quiero aclarar que cada persona financió su viaje con sus propios fondos.
Fiché a otros 9 chiflados como yo para esta aventura (queríamos ir en categoría mixta, así que 5 chicas y 5 chicos). En la foto de abajo, de izquierda a derecha: Bea, Alex, Barby, Aitor, Javi, Bego, Ruben, Mireia, Fabien y Lus.
Una vez el equipo estuvo completo y la logística organizada, establecimos el plan de la carrera en función del estado de forma de cada uno. Veréis que la carga va desde un medio maratón (runner #5) hasta unos 34km (runners #8 y #9), con legs de 5km hasta 16km.
La carrera
La organización establece el horario de salida en función de la previsión de ritmos que envía cada equipo. Han tenido que pensar que éramos unos cracks del running (como dirían los millenials: “LOL”) y nos colocaron a las 12:00, siendo la primera salida a las 7:00…
¿Vaya, que justamente hay una ola de calor en el norte de Europa y toca salir a correr a más de 30 grados? Pues aquí no se recorta el circuito (sí, H2C Europe, va por vosotros)… Esta situación de calor nos obligó a gestionar bien la hidratación del runner en las horas más calurosas del día.
Una vez empezamos a la furgoneta en carrera las 5 legs se le pasan súper rápido. Seguir al runner, parar, dar agua, arrancar, parar de nuevo, dar agua, no perderse, aparcar, cambiar de relevo, arrancar, etc. y así hasta dar el relevo a la siguiente furgo.
Intentar resumir 25 horas de carrera en palabras es un ejercicio extremadamente complicado. Se pasa por todos los estados psicológicos: desde la euforia hasta el hastío. Hemos sufrido varios tipos de percances físicos: desde la pájara de Javi hasta problemas digestivos varios.
El descanso y el sueño lo encuentras cuando puedes si es que lo encuentras. Son detallitos “negativos” que forman parte de la esta aventura única que hemos vivido, pero hoy ya nos reímos de ello. Recomendaría esta experiencia a cualquier runner que busque algo diferente fuera de las típicas carreras del domingo, fortalece los vínculos dentro de un grupo. Llegamos como amigos y salimos como hermanos: no existe nada mejor que compartir el olor del sobaco dentro de una furgo durante 25 horas.
Al final, terminamos en 40ª posición en la clasificación general de un total de 170 equipos con un muy digno 25h 01min (los primeros acabaron en 17h 51min).
El resultado es anecdótico ya que nosotros no íbamos a esto. Personalmente, creo que se demuestra que no hace falta ni ser unos cracks del running ni ser los más cool de IG para hacer este tipo de desafíos. Aquí fuimos 10 runners de lo más normales que existen, simplemente nos propusimos realizar esta experiencia.
Os comparto 2 frases que ilustran bien el reto:
“It’s only crazy until we are all doing it”
“The best worst idea, you’ll ever have”
Estamos pensando en volver a realizar esto en 2020 con más gente y con otro destino. ¡Stay tuned!